lunes, 31 de marzo de 2014

¿Por qué duermo con mis hijos?

¿Por qué duermo con mis hijos? Esta es una pregunta que me hace mucha gente, bueno, los que se atreven a preguntar por qué. En realidad se que no tengo que dar explicaciones de con quien duermo y por qué... yo no pregunto a nadie cómo ni con quien duerme... salvo que sea una amiga íntima, claro... :)

El caso es, que para poneros en situación, yo tengo un hijo de cuatro años y medio y otro de un año, y hasta ahora... dormimos todos juntos... casi siempre... porque a veces el mayor se va a su cuarto... a veces es mi marido... y a veces soy yo la que se marcha... sí... tanta gente junta se descansa peor, eso es un hecho que no voy a discutir...  pero por norma general dormimos los cuatro, a veces mejor, a veces peor... y muchas veces me pregunto cómo he llegado a esta situación y por qué lo hacemos así...

La verdad que cuando nació mi primer hijo, nosotros nos informamos mucho sobre.... todo! y entre las cosas sobre las que nos informamos estaba el colecho, y decidimos practicarlo porque veíamos muchos beneficios en él y cuando nació nuestro bebé, esa cosita tan chiquina... cómo iba a estar solito, tan indefenso... 

En ese momento cuando oía eso de que a partir de los tres años se quieren independizar, me parecía algo tannnn lejano... algo a lo que yo no llegaría... tres años? como vamos a estar tres años con el niño en la cama? jaja... ahora llevo cuatro y medio y no quiero que se acabe nunca, pero... cómo y por qué hemos llegado a este punto?

Primero era porque prevenía la muerte súbita... era porque el bebé tan pequeñito necesita el contacto, porque tu respiración le ayuda con la suya, porque se sienten más seguros, porque no tienes que levantarte y descansas mejor, porque duermen más tiempo seguido (este punto... habría que discutirlo, pero bueno... aceptamos...), porque mejoras su autoestima, porque si les das de bebés lo que necesitan van a ser adultos más autónomos e independientes, porque nosotros somos más de acompañar que de imponer... porque hay que dejarles su proceso natural, porque es lo normal en la mayoría de las culturas del mundo, porque los adultos normalmente dormimos acompañados, por qué los niños no... y bueno... podría seguir dando un millón de razones que justifican para mí, más que de sobra el colecho... razones dadas por expertos en el tema y las cuales yo agradezco que existan, y que me hayan ido guiando para llegar al punto en el que estamos.

Además de todo esto... y de que el colecho fue una decisión de la pareja tomada conjuntamente, las situaciones de la vida nos llevaron a alargarlo más todavía... y cuando mi hijo el mayor tenía dos años, pasamos una temporada en una casa que solo tenía una habitación... lo que nos llevó a seguir con el colecho sin cuestionárnoslo... cuando volvimos a tener una habitación para él... se fue encantado de la vida sin ningún problema... pero nació su hermano poco después... y quiso volver.. y en eso estamos... que viene, que va... 

Con mi hijo el mayor tenía que justificar el colecho, tenía que dar mis argumentos para dejar claro que sabía lo que hacía y que... tenía mis motivos! Ahora ya no me preocupo por eso... no me importa lo que piensen en ese aspecto... Es cierto que no voy contando por ahí cómo dormimos... aunque también tengo que decir que cuando tengo una conversación de más de diez minutos con alguna madre en el cole o el parque... terminan contando cómo duermen... y no deja de sorprenderme lo habitual que es escuchar que duermen con uno de los hijos, o la madre con uno de ellos o todos juntos... o no, también es verdad que hay casos en los que no, no nos engañemos y también es totalmente respetable... 

Ver mi habitación a mucha gente le resulta curioso... un colchón en el suelo, una cama de 90 pegada y una cunita de colecho al otro lado... y en verano una mosquitera que lo cubre todo! sí... no es la habitación con la que había soñado... pero... es que nosotros así estamos taannn felices!

No quiero dejar pasar por alto otro argumento que me suelen dar quienes opinan que no estamos haciendo lo "mejor" para mi familia, (yo parto de que cada familia hace lo que consideran lo mejor para su familia... pero bueno...) y es el tema de las relaciones íntimas entre la pareja... no voy a entrar en detalles... pero todos los que practicamos colecho seguimos teniendo una relación de pareja, la que sea... la que cada pareja tiene, ni más ni menos... lo que ha cambiado no es cómo dormimos... sino que tenemos niños y como el resto de padres hay que ser más... "ingeniosos" podría ser la palabra...

Así que volvemos a la pregunta.... Que por qué duermo con mis hijos? pues además de todos esos motivos psicológicos y de crianza que hay... porque nos gusta... porque es placentero, porque despertarse en mitad de la noche y sentirles no tiene precio, porque ver como están inquietos y con solo mover un brazo, te tocan y se quedan otra vez dormidos es muy satisfactorio, porque las mañanas son muy divertidas, porque el pequeño nos pasa por encima para ir a dar a su hermano el primer abrazo del día y nosotros lo vemos cada mañana, porque nos hace felices y porque sabemos, que sí o sí, algún día ya no dormirán con nosotros, se querrán ir a su cuarto o a donde ellos quieran... y estos momentos no volverán nunca...

Como digo, no había pensado que ser madre incluiría esta parte... te imaginas como madre abrazando a un bebé, dándole pecho, llevando a los niños al parque, dándoles fruta para merendar.. pero yo, por lo menos en mi caso, nunca me imaginé durmiendo con ellos tanto tiempo... y ahora no me imagino la maternidad sin esta parte... he llegado a un punto como madre en la que intento hacer lo que me hace feliz, lo que nos hace felices a todos y así estoy segura de que hago lo mejor para mi familia. 

Con este post, no intento justificarme ni a mí ni a los que hacemos colecho, ni intento convencer a nadie... yo respeto todas las opciones, simplemente quiero dar mis razones, las mías propias, las que siento desde dentro de por qué colechamos, porque creo que es quizá la parte que falta en los libros.

Así que mi respuesta a por qué duermo con mis hijos, suele ser... porque así me siento feliz!